Blancos guerreros
en algún hospital luchando,
aunque agotados por el trabajo.
Escuchan los gemidos de los agonizantes
y empuñan el valor entre sus dedos.
Allá llegan sus hermanas enfermeras,
heroínas que se mueren de sueño, sin haber dormido, ni comido bien.
¡Salve almas benditas,
gorriones salvadores de los enfermos!
Su enemigo el Coronavirus
ataca con tentáculos de furia,
pero ellos apaciguan sus dardos,
miles de enfermos necesitan sus manos
¡No se dan abasto!
Algunos caen rendidos contagiados
o desanimados,
otros les levantan el aliento,
¡Conmovedor momento!
¡Fuerza ángeles blancos!
Valor enfermeras abnegadas,
pronto pasará esta oleada.
¡Id protegidos a la guerra!
No descuides su propio cuerpo,
¡El virus es ladino
no respeta batas blancas!
Loa a su trabajo,
por su esfuerzo
largos aplausos.
Santos guerreros que atienden miles de enfermos,
privándose del sueño y descanso.
Arriesgan su propia vida
por sus hermanos humanos.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados