Hemos perdido, amor
ambos perdimos:
los versos nocturnos,
el poder del olvido,
los días distintos.
Somos errantes del mundo,
soñadores incansables
del amor eterno
pero hemos muerto
en la guerra de dos.
Si ya no caminamos
de la mano bajo el sol
o en la calle quemante
embanderados de amor,
somos miseria sin voz.
Por eso es que hemos perdido, amor
ambos perdimos:
yo te he perdido a ti
y tu me has perdido a mí
sin remedio, sin retoños.
Pero no solo nos hemos perdido
porque al perdernos perdimos más:
besos sencillos intensos,
y un cuarto sin cuna ni alcohol,
mojado, mojado de amor.