No te preguntes ¿Dónde está?,
Dios está allí para consolar
y toda lágrima secar;
Solo Él puede , toda herida sanar.
Él es más que un amigo,
Él no te dejará
si vienes hoy rendido,
rendido ante su altar.
¡Solo cree!
Y llegarás a conocer
¡Cuánto poder!
tiene, Cristo El Rey.
Él es invencible, ¡Sí!
Sentado en su trono está;
y como poderoso gigante,
si le clamas, te defenderá.
No llores más
que consuelo Él te dará,
sin importar tu condición,
ven ante su altar.
Dale tu corazón
en este tiempo de dolor
y Dios convertirá
tu tristeza en canción.
Ven ante su altar
y déjate saciar
por su paz verdadera
y su amor incondicional.
Dile ¡Aquí estoy!
a ti me rindo, Señor;
reconozco a Jesús
como mi único salvador.
Patricia Olivera