…Cómo sabré que llegó el momento de partir
de cambiar esos signos
que se imponen día tras día
cómo sabré cuando la luz que nos rodea
deje de ser amarilla
y me pregunto si
tal vez sean demasiadas preocupaciones
para un instante de tiempo
-cuando en las calles aún se oyen graznidos de esperanza-
cómo puedo imaginar reinos que se asemejan a la Luna
escapatoria de lo que no gusta
de lo que no sabe bien
un dolor que escupe pobreza en la mirada
y todos buscando esa isla para poder respirar
sin llevarse los dedos
sin repartir miradas de irreconciliable simpatía
para eso el mundo existe
porque no se puede saber de los anhelos
sin detenerse en la miseria aleatoria y ajena…