Entre costas y mares
dijimos adioses
¿Qué fue de nuestras voces
llenando el vacío?
¿Irán aladas errantes
enhebradas al viento?
¿Dormirán en tu bolsillo
tibio de manos blancas?
En tiempos lejanos
dijimos adioses,
el sol de aquel día
espera por nosotras,
dorado en la vereda,
dorado en tus ojos,
eterno en la tierra
alumbrando la vida
y el desastre de amarnos
la una a la otra.
Sin pronunciar palabra
dijimos adioses
bastó la mirada
y bastó la intuición,
nos fuimos sabiendo
que de esos adioses
ninguno era el último
por decir hoy.