Christian Obregón

Y luego vino el vacío

                                                                                                                            Día 19 de confinamiento

Y luego vino el vacío

estar en carne viva por fuera
y lleno de costras por dentro 

nos inúndaba el silencio

 

tras quedarse callado
frente a la inmensidad

del abismo

nos quedábamos solos
aburridos de nosotros mismos


volteados hacia adentro
como muñecos
de calcetín

siniestros

le siguieron las muertes
de niños
de viejos
de muertos

(el paraíso artificial
se torna viscoso
cuando no tiene donde

retozar)

ante la nada permaneció 
luego el silencio

muriendo de un luto
gangrenado


del que todos íbamos
comiendo.