Las lagartijas corrían
por miedo a mi resortera,
con mi mano muy certera
grillos y ratas morían.
Ni uno ni otro se comían
aunque lo lanzaba al fuego,
caminada como griego
con la túnica y un palo,
no se si era un niño malo
pero herir era mi juego.
Apunte a los pajaritos
también para darles muerte
más con su alas y su suerte
se escapaban de mis gritos.
Contar mis muchos delitos
sería llenar un libro,
hoy en la nostalgia vibro
con recuerdo de mi infancia
y perdiendo la arrogancia
mi esencia inerte calibro.
😃🎻📚🔖🌹😉😎😊
Luis. Angel Castillo Aguirre
Los Derechos Reservados // 01-04.2020 //
Foto tomado de Red