Debiste decirme que iba a perderme, pudiste advertir sobre la falta de alivio, habrías hecho tanto por mí...
Me entregué, lo entregué, cedí cada espacio de mi corazón para que habitaras en el, hasta que decidieras partir.
Debiste hablarme de las consecuencias, fallar en algunas encomiendas importantes. Decir que sólo sería feliz junto a ti...
Presencié el amor y el dolor más agotador, existentes que pude encontrar. Allí tienes la explicación de tu significado para mí.
No tengo arrepentimiento por las ocasiones en las que te juré amor, ambos sabíamos que las palabras son letras al viento...
Te llevaré, siempre lo haré. Aún queda espacio para los días de amor en el roto corazón, abandonado por el afecto, sin ti.
Debiste advertir que el único y verdadero amor lo conocería, en aquella primavera, al verte sonreír feliz, junto a mí.