Voces oigo que me llaman sometido
se ríen y burlan a mis espaldas
buscando rebelión en mis acciones
no soy buey, ni me sostienen por el mango
tan solo es, que vivo enamorado
Hela aquí, la dueña de mis amores
mi digna depositaria de respetos y atenciones
no es la afrodita de curvas y perfil perturbadores
ni deja boquiabiertos a su paso
pero es linda, inteligente, tierna
es su mirada faro si me hallo a la deriva
su cuerpo es pulcro, sinuoso, cálido
es el templo donde me refugio al final del día
conserva aún ingenuidad de niña
pero es mujer que encanta con sus cadencias
es su entrega flor que se abre primorosa
es su pasión frenesí de búfalos en estampida
que los vulgares no lo entiendan es otra cosa
es de necios ir tras cortesanas teniendo a la reina
alabo las manos que parecen porcelana
con tintes marrón o rojo encendido
pero las suyas prefiero por hacendosas
por refrescar solícitas mi frente atribulada
las deseo cuando me rozan delicadas
saben encandilarme con mimos diligentes
y enardecer mis recónditas regiones
¡no puedo comparar esas caricias!
Los vientres planos admiro como a aves en el cielo
el suyo se ha vuelto prominente
porque a mi hijo lo gestaron nueve meses
¿cómo voy a despreciarlo?
Quienes me rodean me incitan
a adorar diosas esporádicas
que expertas seducen a los incautos
son divas de mirar encantador
esculturales monumentos de erotismo
pero esclavizadas están a su apariencia
y carecen de profundidad sus sentimientos
sus rostros son bellos, tersos, delicados
huelen a escencias onerosas
el de ella no conoce artificios ni salones
pero canta cuando de otras no paran las querellas
sus lágrimas son gotas de rocío
resbalando sobre flor de limonero
¡No me canso de besarlo!
su cintura aún rodeo por las calles
con emoción propia adolescente
vale tanto ésta mujer su peso en oro
que hasta el último suspiro es para ella
aunque los amargados me imaginen con mandiles
y a ella se refieran por \"la vieja\"
yo se que soy el príncipe encarnado de sus sueños
guerrero fiel inquebrantable en la batalla
que se despoja de bravura ante su dama
II
hay cierto clamor infundado sobre un tema
según el cual mi sexo es un estereotipo
inventado para suprimir mi supremacía
cosa absurda es tal postulado cuando somos
libres de tomar el rol que nos complazca
Es mi decisión adorar a un hombre
que a pulso se ha ganado tal título
no necesita el cuerpo marcado de un Apolo
ni el poder o las riquezas del rey Midas
lo admiro como se admiran imponentes robles
porque no los doblan tempestades
y aún caídos permanecen firmes
su piel he recorrido ansiosa con mi boca
¡y nunca la abriré para insultarlo!
Suelen algunos proclamarse con orgullo
solamente entre malos y peores
para mí solo los hay humildes y fanfarrones
para mi solo los hay escuderos y Quijotes
El mío no solamente es humilde
porque conoce y acepta sus debilidades
también es fragua, volcán y nube
en su cabeza hay una lámpara
¡que ni aún en sueños se le apaga!
No aspira exhibirse en las tribunas
ni le cautivan los aplausos zalameros
es el Teseo que temprano cada día
cabal en éste laberinto mundanal porfía
Soy la Ariadna que leal le aguarda
y le ha proveído el hilo que lo salva
¡para el mejor costillar yo fui formada!
De su brazo recorro incansable los caminos
por él soy cayado, cetro o vara mágica
su propósito y su suerte son mi insignia
en cada pliegue de mi cuerpo adormecido
¡vibra también cada uno de sus poros!
Aunque digan que emponderarme es necesario
y otros insinúen que lo retengo con toloache
yo sé que el mundo es un pantano de fantoches
donde a veces se yerguen excelsos lirios