-No me hables de tristeza, ¿vale?...
...
-Pero, ¿estás triste?, ¿es eso cierto?
...
-Anda dime, ¿cuál es el motivo?...
...
-¡Ah, ya lo sé...!
...
Es por el tiempo, la tarde, los días cortos, las nubes.
...
Entonces te entiendo y te comprendo.
...
¿Me dejas enviarte una sonrisa...?
...
Va con un abrazo y una nana, así que no te asustes.
...
Si quieres cierra los ojos. Escucharemos a la luna.
...
Ella nos habla, nos cuenta cosas.
Unas son reales y otras fantasías,
pero no importa, hasta nos canta.
...
Así que tranquila. No te duermas. Sigue soñando.
...
De todas formas el mar y la resaca nos acompañan.
...
Se marcha el sol, y vuelan las gaviotas para la costa.
...
Vamos con ellas, sin miedo a donde vayan.
Volemos en sus alas, sobre las olas.
...
La tarde ya se acaba, llega la noche.
...
Entre las sombras surge la magia, brillan las luces.
...
Veremos barcos y faros, en las barras.
También algunos puertos mendigando una caricia.
Los confundiremos con luciérnagas que salen en la noche.
Estrellas soñolientas que dormitan en la tierra.
Con gotas y el rocío de la luna que nos mandan sus pupilas.
...
Y soñaremos, igual que aquellos niños de la infancia,
¡nuestra infancia!
****
-¿Ya te has dormido ó sigues en tus sueños?,
porque si sueñas yo quiero soñar contigo,
¿dejas que te acompañe?
...
Pasó la tarde. Se fue y se va con la tristeza,
¿verdad que sí?
...
\"...Ahora un abrazo, unido a mil suspiros,
mientras te miro,
mientras descansas,
mientras...\"
Rafael Sánchez Ortega ©
18/02/20