Una casa, flores rojas
en tejado y ventanas;
bella estampa,
casi no tuve tiempo
de saborearla.
Una casa, tejas rojas,
alegrando mis pupilas
y una dama
serena, sonrosada,
apoyada sosegada
junto al umbral de la puerta.
Una casa, rojas flores,
un paisaje que enamora;
colores rompedores
y yo sin apenas tiempo
de hacer un poco mía
esa fotografía.
Casa roja, fugaz recuerdo
de una dama recostada,
pensativa y perfumada.
Voló la imagen, por suerte
permanece en mi poema.
30 agosto 2019
Pau Fleta