Julio Noel

El dorado licor descendía en el aire

El dorado licor descendía en el aire

y de oro llenaba las copas de la alameda

en el tornasolado nacer de la alborada

un tierno amanecer de mi infancia primera.

Pájaros de cristal y voces de alabastro

colmaban de alegría la esmeralda pradera

entre blancos susurros de etéreas mariposas

y fragantes llantos de frágiles madreselvas.

Los átomos del silencio llenaban el aura

de colores púrpura en la dorada arboleda,

mientras en el efímero cristal se diluían

los cárdenos efluvios de mis amargas penas.

Durante breves instantes acarició el aire

el delicado beso de unos labios de fresa,

fue el susurro de un aterciopelado sueño

que raudo se fue como fugaz entelequia.

 

En las alas del viento