Sé que tienes mi rostro,
en préstamo.
Yo, sin faz,
soy de tu piel espejo.
Y sé que pasado el tiempo
darás mi rostro enajenado
y yo, espejo tuyo
volveré la vista atrás.
Entonces descubriré
entre imágenes,
los sueños
--Sé que tienes mis sueños--
Y al terminar,
al justo momento
viviré en todo
¡mis secretos!.