¡¡MIS VIDRIOS ROTOS!!
Empezó a las tres de la madrugada
mientras intentaba conciliar el sueño
porque el insomnio me abatía,
el viento irrumpió en mi estancia
sombre los cristales de mi vida
las copas de los árboles en mi abadía
parecían hamacarse o se rompían.
El cerro a lo lejos,
los árboles y mi ventana
rompían los vidrios de mi alma
rondando como fantasma
recorrí los recuerdos que dolían,
y subí las escaleras del tiempo
llegando a una infancia de agonías
con los miedos de una niña perdida.
Una línea en el horizonte
a la derecha el pasado
el otro extremo el presente
y en el centro un dolor se escondía
recuerdos con la violencia del viento
en mi jardín de versos lloraron
las penas entre la palmera
delante de la puerta el desierto.
La indefensa Capilla del Monte
con mis fantasmas se prendía
entre las paredes de un viento
que se torno sollozo en el huerto
donde madura la herida.-