Esta plaga que recorre el mundo ha revelado más que nunca, la falta de idoneidad de muchos de los dirigentes de los países, destacándose el de EEUU, Brasil, México, por nombrar algunos pocos; también, el oportunismo desafortunado de la clase política, las grandes debilidades de sistemas de salud de parte importante de las naciones; porque no decirlo, la estupidez de amplios sectores de la población, entre ellos comunidades religiosas; la confusión, discriminación, etcétera en las medidas transmitidas y adoptadas por los gobernantes.
En los primeros tiempos las comunidades eliminaban a sus dirigentes cuando era notorio y evidente su incapacidad para enfrentar las crisis, sustituyéndolos por otros.
¿Qué se podría proponer hoy?
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