Entre tantos y tantos avatares
que nos dejan el alma estremecida,
siempre brotan los nardos y azahares
que nos muestran de fe, su luz prendida.
En oscuro universo de pesares
hoy se encuentra la tierra suspendida;
mas florecen preciosos los pinares
ofreciendo la esencia de la vida.
No debemos cubrirnos de lamento
y pensar que terminan nuestros días;
al contrario, llenemos pensamiento
de que habrán de sonar epifanías,
que nos traen del ánimo el adviento
con el cual se destruyen agonías.
Autor: Aníbal Rodríguez.