¿Qué es la esperanza? — Me preguntó con lágrimas en los ojos —.
Es esa pequeña llama que no se apaga, pese a las ráfagas de dolor y de sufrimiento.
Es mi mano en la tuya mientras te susurro: “juntos podemos, confiemos, no temas”.
Es ese beso que nos damos antes de dormir, mientras decimos uno al otro: “gracias mi amor por todo”.
Cuando te proclamo: “te amo” a lo largo de la jornada…
Acarició mi rostro, nos besamos; se recostó en mi pecho y se durmió.
Una vez más di gracias por este íntimo momento y por el regalo divino del amor.