Perviven en los labios
el sabor de las cimas
el del vientre tibio
el del alucinante gozo
que me has entregado
En la conciencia queda
la desvergüenza de mis
demonios sueltos por
todo su cuerpo, verla
ahora regresando del
delirio con el rostro
encendido olvidado
el hastío de aquella
soledad en la que te
había perdido
#PoetaUrbano