RÍO SECO.
El río se secó,
es desierto su lecho,
sobre su cauce quedó,
tan solo el recuerdo.
El sauce ya marchitó,
su sombra abatiendo
y el ave ya no anidó,
en sus ramas yaciendo.
Letal desolación,
la muerte del río,
ni sapo ni grillo,
entonan su canción.
Y sin espejo la luna,
no besará las aguas,
ni libélula taciturna,
mojará sus enaguas.
Ya ni el sol de Ocaso,
refrescará su faz,
más la mariposa en paz,
se gozará en su regazo.
Y sobre despojos del río,
solo rondan fantasmas,
del rumor de sus aguas,
y el sentir del corazón mío.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Marzo 24 del 2020.