Guardián De Ángeles

Tan apto para merecerte

Desde el primer instante
que mis sentidos te captaron,
supe que era el amor el motivo,
que el amor me buscaba
con denuedo en verdad
y me dirigí a la ventana
de tu corazón, ¡qué bendición!;
mis brazos te invitaron
a sentir el calor que emanaba
en ellos, este que engalana
a mi entusiasmo por el proyectil
que desde tus ojos salieron,
toqué la puerta de tu alma
y le diste paso al sentimiento,
pronto te amé -pero en calma-
y ahora te amo mucho más,
-tal como sabe amar un temerario-,
créeme que no te engaño,
te busco más que a mis ojos,
los que te admiran tanto
y que no te olvidan nunca;
cada día te amo otro poco,
y tus labios son mis impulsos,
por eso siento que no me contengo,
porque te amo tanto.

En mis sueños vienes,
y duermes entre mis brazos,
en mi amparo te resguardas
y quedamos como dos tortolitos,
en enamoramiento, acurrucándonos...
y al despertar me quedo abrazando
el recuerdo de tu ser, ¡qué agradable!,
-amo tu presencia en esta noche-,
en ti me quedo embelesándome
hasta el arribo del crepúsculo
sin que me asuste el ocaso,
y tenerte así por merecimiento
es para que ya no muera
y no se apague mi luz,
para que te siga buscando tanto,
más que a mi propia existencia,
porque tú eres mi vida,
¡ay! siento que ya no resisto,
pero vivo mientras más te amo.

No sé lo que voy a hacer
para lograr que tú me creas,
no sé cómo debo actuar
con todo lo que llevo dentro,
se nubla mi razón con olas
que inundan mi entendimiento;
comienzo a inquietarme,
a vivir atolondradamente
al no saber si vas a concederme
lo que me tienes en retención;
ya no sé cómo persuadirte,
porque sé que Dios me hizo
tan apto para merecerte,
para entregarte mi calor,
mas no sé si ya me deslizo
lentamente en tu corazón.

Cómo quisiera que me busques
y con mis cánticos llegar a ser
como un barquito que diminuto
se desliza lentamente, mujer,
en lo sutil de tu pensamiento,
para lograr que por mí mueras…
cómo quisiera poder navegar
en tu cuerpo de sirena, mi linda,
cómo quisiera poder anclar
mi áncora en tu corazón con ternura
y acabar de una vez con tu angustia;
cómo quisiera ser parte del sol
y como un rayo impactarme
sobre tus dos ojitos y con hermosura
besar la pulcritud de tus párpados
muchas veces sin cansancio;
como quisiera tener la potestad
para lograr que tú me ames
y que sólo por mí mueras.

¿Recuerdas que te prometí
a cambio de un beso una estrella?
debes saber que tal astro no conseguí,
hoy no me reveles tu inconformidad,
verás que algo más puedo hacer por ti,
que con todo lo que te amo
con este corazón que lisonjero te llama,
seguro estoy que puedo en un tris
hacerte gratamente la más dichosa.