Kleber Exkart

Lucha de Géneros

Hay que ser muy atrevido para amar

en una sociedad misógina y llena de desamor

donde los lances de los piropos

son considerados ofensas y acosos.

 

Los dueños de los espacios siderales

pueden reclamar pagos por las menciones lunares

y por lo regalos de estrellas que hacen los enamorados.

Hasta un elucubrado y sintético orgasmo

puede ser tenido como objeto de lucha de géneros y clase.

 

Yo no tengo luz para la oscuridad

ni hago camino al andar

pero se caminar entre espinos

y con los ojos vendados me muevo mejor,

es la estulticia lo que llamo sabiduría, mi guía.

 

Si no fuera por los fracasos

no seguiría vivo, la gloria del éxito

hubiera engullido mi aurea

y mi escuálido espíritu abría sucumbido

a los polvos de estrellas de las ninfas.

 

Lo lúdico me ha atrapado en su laberinto

y juego solitario para entretener al desdén

siento el escupitajo del moribundo

que saliva sales antes del vomito prieto.

 

Todo tiene un precio de oferta, de baratija

el marketing de los sentidos endulza los mercados

y todos llegamos con etiquetas de rebaja

antes o después de la virginidad robada.

 

No hay quien arroje la primera piedra

Jesucristo se ha quedado estupefacto

Magdalena no es la pecadora irredenta

es la primera vez que cae una lapida sobre su nombre.

 

Todos miran al amor como el báculo

para el conjuro de los odios adánicos

sin embargo niegan el perdón a sus hermanos

de sangre y religión cayendo en el obstáculo.

 

Allí en el sortear de los días

en el solsticio de los años

cuando las virtudes y la piel añeja

sean como sucios paños

y no queramos otra cosa que morir

volveremos a sentir el vértigo de las norias.