Ha llovido y toda la campiña sonríe
a los cristalinos colores que viste el viento
cuando camina sigiloso y amordazado
por los amoratados senderos del silencio.
En el azul desgranan los pájaros cantores
apacibles trinos y sigilosos gorjeos
que redondos como pompas vuelan por el aire
en busca de las horas que se ha llevado el tiempo.
Verdes y azules suenan las dulces melodías
que en las doradas alas se lleva el suave céfiro
a los tétricos y desconocidos confines
del infinito universo.
Por sus vítreas sendas
fluyen veloces mis aterciopelados sueños
en pos de las apenadas y purpúreas horas
que me robó un ciego amor en las olas del tiempo.
En las alas del viento