Camila Achinelli

AntologĂ­a de cosas muertas

Todas las copas que vaciamos 

al calor de las madrugadas,

el vino que alimentó la alegría 

y manchó los muros de besos tintos

murieron en lo oscuro de tu olvido.

 

Todas las rosas que nacieron

para vivir en tu mesa de luz,

con las espinas de lo áspero

y pétalos que extraña mi tacto

no resucitarán una vez más.

 

Todos esos días que pasamos ayer 

son cristales quebrados sobre la piel,

polvo en las hojas de un cuaderno

y capullos arrancados sin poder florecer.

 

Todas las horas calladas,

las horas soñadas

de tu dulce mano 

y tu triste augurio 

murieron en un eterno adiós.

 

Todas esas cosas y más,

el viento gimiendo al pasar,

la suave soledad del cuarto,

las sombras que forjábamos 

al enredarnos en sábanas:

Antología de cosas muertas,

cosas difuntas a la orilla del tintero.