Los sentimientos y palabras de amor, irrumpen en la fría soledad.
Los ángeles y los latidos de mi corazón, me alejan de la oscuridad.
Mientras mas huyó, más me persigue, como si quisiera proteger esa herida que le hicieron desde que era un niño.
Mientras más huyó, más dificíl se me hace, sin tener ningún motivo buscas la verdad, como si quisiera sanar esa herida que aún hoy, de adulto, sangra.
Si te diste cuenta, no lo pierdas de vista, ahora, me gustaría creer que puedo salir de aquí.
Los sentimientos y palabras de amor, irrumpen en la fría soledad.
Todas aquellas verdades que me inventé, no fueron para hacerme daño.
Aquellas verdades que no quise escuchar, estoy seguro que volverán a repetirse en el camino.
Este corazón seguirá creciendo y venciendo.
¡No me voy a rendir!
Odio el amanecer,
pero también detesto el anochecer,
como si los colores del atardecer, fueran los únicos que pueden mezclarse con mi meláncolica alma.
Mientras más me miro, más me odio.
Busco el perdón en mi mirada,
ya que he cometido pecados imperdonables contra mí.
\"Confiaré\", ahora son palabras innecesarias.
¡Se acabaron los días de culpar al pasado!
Los latido de mi corazón, se vuelven cada vez más fuertes.
Nadie será capaz de detenerlo.
Porque se que, al fin y al cabo, todo saldrá bien.
Te demostraré como un corazón puede surgir de la miseria.
¡Sólo ven y míralo!
Los sentimientos y palabras de amor, irrumpen en la fría soledad.
Ya no odio el amanecer, porque sé que es una nueva oportunidad.
Porque estoy seguro, que las noches ya no serán de pesadillas, sino de estrellas.
Aún si el mundo no va a cambiar, yo puedo crear mi mundo nuevo.
Aquellas verdades que no quise escuchar, estoy seguro que volverán a repetirse en el camino.
Este corazón seguirá creciendo y venciendo.
¡No me voy a rendir!
¡No me voy a rendir!