Hace demasiado frío
Violeta mordió una flor
Luego serendipias y un fulgor
Es una noche inundada de concreto
Un aire repleto de furor
El dilema del respeto
Siguen habiendo espigas de cebada en invierno
En abril se cosechan
El viento las rompe
El grano rellena la tierra
Víveres para pájaros
El olor seco y fresco
De leña de abedul verde
La sombra le retrasa la época
Las deja finas, resistentes
No huecas y crocantes
Se acarician y repiquetean al son de la brisa
Una lluvia de pequeños sonidos
Pequeños granos de un lado a otro
En marea alta
¿Cuál es el barco?
Si de solo dos pasos dejamos rastro
No hay forma de nadar
De meternos profundo entre cebada tostada
Sentir millones de granos golpearte
Escuchar la percusión que hacen los ramales
Profundo hasta tocar tierra
Ver sus pichones de codorniz a lo lejos
El tatú carreta ligero al agujero
Uno haciendo un ángel de helechos
Como si de lo suave de la nieve fuera
Y poco raspara aunque me levanta deformándose
En mi cabeza hacia un ángel de paja
Enredo de azules y aguas de glaciar
De repente un nubarrón de dióxidos y carbones
De vapor y de gotas
Copos, también hojas
Los pies eran como cañitas voladoras
Embaladas al cielo sin la pirotecnia
Sin velocidad pero suspensión en el aire
De cabeza estaba pesado para vencer la gravedad
Pero los pies le volaban
Hay árboles lindos
Pero no hay árboles feos
Son de pintura abstracta
Divertidos cuando se ponen a trotar
Siempre a 3/4 de todo el ritmo
Serenos trabajando el barrial
Poniendo firme el lugar
Adornando los arroyos
Habrá lugar más placentero
Un curso de agua limpia clara
Con raíces sombra y brisa
El vistazo de alguna carpa
Naranja y amarillo fantástico
Ganas de salir a trotar con árboles
A seguir esos pescados
Por debajo de nuestros dedos