Como blanca efervescencia te elevas al aire
cuando con ímpetu besas el duro basalto,
en nieve se derriten tus líquidos cristales
como nívea rosa abierta en el azul cobalto.
Sutiles perlas tornasoladas resplandecen
entre los tentáculos del tiempo y del espacio,
pero raudo se desvanece su esplendor
en los rizos de tu aturquesado regazo.
Como alba gaviota contigo se eleva mi alma
hacia la añil inmensidad del eterno espacio
y por todo él quisiera volar eternamente
en nubes de cristal y azulados topacios
hasta encontrar en las inefables esferas
la brillante luz que en esta oscuridad no hallo.
Con cándida efervescencia te elevas al aire
mientras mi alma se sumerge en un dolor violáceo.
En las alas del viento