Un manojo de colores, salió de divina mano
pintando el atardecer, provocando el embeleso
y bellos candores al cerebro humano.
Magia por doquier, celestial suceso,
presagio de albores de un ocre verano.
Es un bello acontecer, de natura, su gran beso,
es dulce ventura, mucha fantasía
merece loores de cualquier profano.
Reta la cordura, provoca alegría
es musa para pintores este paisaje serrano,
y naturaleza pura para arcana poesía.