Elisa es

Gracias

Dando vueltas en la oscuridad me detuve un momento para preguntarme ¿cómo podría retratar una danza en la ausencia de luz? 

...Y entonces, el cuerpo dejó de preguntarse, la conciencia se durmió...

Un paso, otro paso, un giro y las piernas son alas y las manos pinceles de sueños que seducen el espacio en cada trazo.

Un giro, otro giro y en pequeños espasmos  la realidad interrumpe, pero el compás del

cuerpo no es de este mundo.

... Y cada pulso es un arruyo que acuesta la mente sobre los sonidos que brotan, como flores que emergen de las grietas dibujadas a la perfección sobre el concreto. 

Un salto es una verdad infinita, una verdad que solo habla en armonía y en tiempos irregulares. 

El cielo es todo y nada en una danza. 

El mar soy yo. 

Ya me respondí, gracias.