Kinmaya

Como la luz de una Luna llena

 

Me abruma tu esplendido mirar,
aunque la niebla,
en un atardecer muy gris,
quiera llevarse tu mirada.

Aunque el día sea aciago,
extraño, silencioso y vacío,
disfruto tus palabras,
tu voz,
es poesía.

Puedo perderme mil veces,
deambular por sombríos misterios,
y aún mis versos todos,
siempre los encontraras,
cerca de las estrellas.

He sabido de ti,
por un canto de perfumes,
en una tarde de primavera,
una tarde tan bella,
como la luz de una luna llena.