Ella.
Luz de único brillo tímidamente alumbrando,
cual faro guía orientador a embarcación perdida;
profunda y tormentosa oscuridad; sin velas ni timón;
a la deriva… Buscando puertos donde curar su herida;
Herida tan profunda que opacó su brillo;
hoyo negro en su inmensidad que le absorbió.
Nunca pudo sanar, cerró su entendimiento
ventana a su infinito, límite de su alma.
Sin comprender jamás porqué su alumbramiento;
entre la oscuridad esa luz tenue, llena de rebeldía
peleando contra la extinción; quiso alumbrar,
cerrándole el camino a sombras de la noche,
que quisieron cubrir de oscuridad lo que pensó era verdadero.
La fe no pudo derrotar el temor y ocultó su alma,
donde jamás la encontraría la maldad del hombre.
No supo lo que hacía; solo fue instinto de conservación, brújula y guía.
No hubo comparación… Afuera de esa luz todo fue oscuro
y trató de alumbrar tanto; hasta que la oscuridad no la eclipsara;
se consumió la energía y llegó a la obsolescencia
enmudecida y anclada en un faro sin rutas…
Las telarañas y el olvido cubrieron y taparon
esa tenue luz que desaparecía. No alumbró más...
solo un cocuyo se alejó, pegada de un relámpago
en su inmensidad.
Adiós… Que seas feliz donde te alumbrarán.
Shoss. 8/04/2020