Estuve un largo tiempo buscándote,
eligiendo, entre los infinitos
números de las calles,
aquel que conocía la historia
y sus inalterables consecuencias.
Sé, sin embargo,
que correrán los atemporales días,
y la desesperanza y la fatiga
pesarán en mi memoria.
Se transforma mi camino
en un puente de niebla,
mientras tanto mis pasos
pesan más cada día.
Mi destino es condenar
la realidad por ficción
y corromper al sueño
por la incandescente flama.
Buscar extranjero
mi final exilio,
y padecer de la brutal visión
cuando cierro los ojos.