Yo sé que a veces nos da miedo la vida,
solamente el pensar en la noche
nos hace querer esconder la sombra
para que no nos la arrebaten de la vereda.
Yo sé que a veces nos parece infinito
el tener que luchar entre tinieblas
contra más tinieblas
y ofrendar el corazón en vano.
Yo sé que la cólera nos acecha
en el umbral de la puerta de entrada,
y que solamente basta un paso
para que nos colme el cuerpo entero.
Yo sé que el mundo es un abismo
y que ya no alcanzan flores
ni un ramo de perdones
para cada mano abierta.
Pero también yo sé
que los pueblos son más grandes
que todo el miedo sembrado
en sus tierras de audacia.