Todas las noches escucho los ladridos
de los perros,ahuyentando de mí el sueño
y mis miedos se esparcen por toda la
habitación.
Dicen los sabios que los perros se muestran
feroces cuando sienten que su amo peligra.
Al anochecer,no quiero ir a la cama; me aturden
sus lamentos nocturnos y en más de una ocasión
les he tirado un zapato desde mi ventana.
pero ellos siguen con su lúgubre melodía.
¡pobre de mí!
A veces me siento tiesa,sin poder moverme,otras
veces siento mucha energía. No he podido
conciliar el sueño,los perros siguen con su sinfonía.
Escucho aterrada,los rosarios que a mis pies recitan
quiero moverme y no hago nada.
Dicen los sabios que si mueres y escuchas ladrar
o aullar a un perro,estás a un paso de convertirte en uno.
Por eso los perros quieren y cuidan a sus amos porque
en vida humana pudo ser algún familiar y cuidan los
hogares con toda su alma dando hasta su vida.
Y de repente salí corriendo detrás de ellos,me recibieron en
medio de ladridos y lamidas,percibí un leve candor familiar,
eran mis padres y abuelos que me cuidaban mientras reencarnaba.
Dicen los sabios que por eso se debe de querer,cuidar y respetar
a esos seres reencarnados...los perros.