Tus blancas estrellas brillan con la luz del alba
como un nevado amanecer del álgido enero,
tu fragancia sublima los más puros aromas
a deliciosa ambrosía emanada del cielo.
Esencias que se derriten en la suave aura
y se esfuman en el éter con el lene céfiro,
que apaga la azulada lluvia del mes de abril
y luego renacen con más amor y más fuego.
Tu mirada reluce como verde esmeralda
entre la blanca luz y el fruto de tus desvelos,
oros y nieves se fusionan en el espacio
para deleite de los sentidos en el tiempo.
Tu verde mirada palpita en el aire claro
como una estrella azul en el vasto universo.
En las alas del viento