Me quisiera despertar
de tan larga pesadilla
dónde corro larga milla
para poderte encontrar;
pero no puedo ya más,
pues la casa está vacía;
niebla de melancolía
no me abandona jamás;
y las sombras cobran vida
son cual terrible aguijón,
como una plaga homicida;
cuando despunta arrebol,
llego a fuente cristalina,
eres tú mi nuevo sol...