Yo asumo la responsabilidad de mi dolor
y también la de mi pecado.
No nací perfecto
me hicieron de carne y hueso
con un reloj biológico que
va dando tumbos de arena
haciéndome despertar en las mañanas
y produciendo mi sueño en las noches.
Impertérrito ante la caída de la humanidad
en el materialismo fútil y el desgonce de los valores
añoro mi niñez pueblerina que me dejaba
ver el cielo azulado y los sueños aperlados.
Eran vivencias que al recordarlas
me revelan lo incauto que son los jóvenes
creyendo que el mundo esta a sus pies.
Solo ahora repito lo que el filósofo dijo alguna vez
“solo se que nada se”.
Cuando veo a la guerra
destrozar cuerpos inocentes
me pregunto por los gobernantes indolentes.
¿No tendrán madre, hijos, hermanos, parientes?.
¿Acaso perdieron la inocencia de sus vidas
tras el bastidor del poder ruin de un gobierno?.
Tanta desazón por hacer de la tierra un infierno.
El mito de que somos humanos
alardeamos de razón e inteligencia
mas no tenemos respeto por nuestros hermanos
por mucho que digamos que somos hombres de ciencia.
La tierra horada y humillada
por extraerle sus diamantes, su oro, su liquen negro;
su manto verde mutilado. Toda su naturaleza expoliada
mientras los sibaritas del placer se regodean
en sus riquezas mal habidas y despilfarran los goces.
Enloquecido de lujuria el corazón
ha herido al amor. Ninfas,
querubines, arlequines, bufones y plebeyos
lloran la perdida del paraíso. Deshechos
rasgan sus vestiduras en su desazón
y muerden la manzana de Eva
desde el monte de Venus.