Sientes que te consumes, que si no se lo dices te ahogaras de tanto que guardas. Uno busca el momento necesario, el más cómodo, el inesperado, el calculado ante toda probabilidad para encontrar un tiempo suficiente para estar solo los dos, porque te consumes cuando observas pasar el tiempo y el corazón cada vez arde más y más que no basta con contarle a tus amigos, entonces estás allí frente a frente, todo saliendo a tu favor para que el corazón bombee las palabras y todo ese fuego salga y deje de consumirte, porque ese momento a sido cien veces planeado, sabes que ya has ordenado las ideas, y cuando se pasa la pena y te llega el valor dices con una ligera pausa previa... me gustas.
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