El sol se puso despacio
detrás de la polvareda,
las nubes en las colinas
le forman una corona
de flores entre las ramas
de ceibos y madreselvas.
El sol se pudo despacio,
se despidió por el día,
se fue a dormir al espacio
para llegar muy temprano
a devolver las caricias
de su calor sobrehumano
cuando amanezca otro día.
El sol se puso temprano
con la elegancia de siempre,
silencioso de pereza
y buscando entre la gente
un poco más de franqueza
para contar con la suerte
de evitarnos la tristeza
de alguna guerra y sus muertes.