Has visto mi piel sin escarcha
Y mis manos sin gloria.
Yo he visto tu coraza desvanecerse para estar más cerca de la muerte.
A dónde vamos ahora, en esta carrera de las mentiras que se pierden en el paseo de las verdades a medias.
Una y otra vez, nos quemamos con el pensamiento y la soledad(...) no es más que la chispa que enciende este mar desolado.
Madera contra madera,
Hielo contra hielo,
Amargo contra amargo,
Cielo contra cielo.
Amor contra amor.
Poema contra poema.
-No estoy bien.
Tú rezas para que yo sueñe.
-Lo siento.