Tu boca a la distancia
en que no necesita prueba,
morosas horas y caniculares días
que accidentan a la noche
que barajan los confines.
Tu boca a la sílaba
que viene de tu boca
naciente
desde el principio de tu cuerpo
hasta tu garganta
un caracol de ecos.
Tu boca a la causalidad
del ilimitado desorden,
a la aleatoria ventaja
sobre cualquier daño.
Entre los fantasmales límites
la distancia de tu boca
un paso antes que la noche
una calzada sobre el día.
Tu boca a la memoria
al letargo
a la ficción,
a que cierro los ojos
y me tropiezo.