Oteé al horizonte y me quedé pensando en tí.
Se me llenó de alegría el corazón, ya sabes que soy tan simple, tan básico diría yo. Un eterno enamorado de la vida que ama las cosas simples, los pequeños detalles y sobre todo que valora la amistad. Aprecia la vida misma que considera una gran aventura, una gran oportunidad.
Aquí me encuentro, delante de mi ordenador tratando de “ordenar” mis ideas, pero sobre todo con el deseo de mandarte un fuerte abrazo y desearte siempre lo mejor de lo mejor, pues te lo mereces.
Me acompaña una luz tenue, una melodía nostálgica, la soledad (mi amiga inseparable), un profundo sentimiento y la nostalgia innata que acaricia mi alma.
Sonrío mientras mis dedos van de un lado a otro del teclado tratando de ordenar mis ideas, de ser fieles a aquello que mi alma siente.
Seguiré perdido en el mundo efímero de las letras, donde la musa es la protagonista principal que camina de la mano con el sentimiento y los anhelos más íntimos……
Indebidamente tuyo......