Iris Lugo

EL SENDERO

Todo se olvidó de un momento a otro,

y se borró el paisaje y se opacó el sol,

volaron los pájaros, se secaron ríos,

árboles y llanos,

y aquel gran amor sin nadie esperarlo

también se borró.

 

Se escondió la luna junto a las estrellas,

y ya no brilla el sol como en primavera,

ni corren los ríos hacia las praderas,

como aquellos días cuando en el invierno

se rebosan los campos y desbordan los ríos,

y pasa la brisa y nos abraza el frío,

y por la ventana llegaban caricias,

tocando tu cuerpo como suave brisa.

Pasaron los días, y el sol alumbró,

crecieron los ríos y el árbol frondoso

de nuevo arropó con sus bellas hojas

a aquella pareja que se enamoró,

en la primavera cuando aquella tarde

junto a un jilguero su amor le cantó,

y sin esperarlo el amor volvió

y un mismo sendero siguieron los dos.