Cuando algo yo te pido,
también te agradezco,
porque aunque no te llame,
siempre estás junto a mí.
Y en cada canción,
y en cada rezo,
yo siento tu amor
que viene hacia mí.
Cómo devolver
algo tan inmenso,
quiero agradecerte
lo que hacés por mí.
No te alejes nunca
por favor de mi lado,
ni de los que me rodean,
o tengo alejados,
de los que te aman,
ni de los que estén enojados,
de los que están enfermos,
ni de los que están sanos,
te lo pido a ti JESÚS,
por ti levanto mis manos,
gracias por escucharme siempre
y porque jamás me has abandonado.
C L