El dolor de este fracaso
me provoca dura pena
y tu olvido me condena
a caer en crudo ocaso.
Por dentro estoy desgarrado
con el alma hecha jirones
e hirviendo a los borbotones
mi corazón ha estallado.
Me pierdo en el foso eterno
del vacío que hay en mi alma,
que ya no encuentra la calma
y se abrasa en los infiernos.
Has cesado los contratos
que alguna vez rubricaste,
cuando al amor traicionaste
sin piedad y sin recato.
Nublada está mi razón
que se bate en la tristeza,
sellada con la bajeza
de tu frío corazón.
Jorge Horacio Richino
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