Caminante del asfalto
Crenchas apelmazadas
El rostro garabateado
Mil arrugas de tristeza.
Manos que con esmero
Rasgan la piel lacerada
Desgarrando las escaras
Con las uñas saturadas
Con los pies encallecidos
Incrustados de guijarros
Se desplaza con cautela
En errático destino
Jirones de trapos viejos
Un cayado improvisado
Una tasa despostillada
Y un peluche remendado
No descanza ni un momento
Para cumplir su mision
La busqueda de alimento
En diaria peregrinacion
Hurgando en la basura
Encuentra con emoción
Restos de guisos y huesos
Llenandolos en su zurron
En su retorno triunfal
Lo espera su fiel amiga
Una perrita tullida
Para compartir la cena.