Hoy transcribo un gran evento,
de un limpio llamado,
que me libera y salva en lo profundo,
sin ningún fingimiento...
Se hace llamar amigo,
con una hermosa palabra, \"Dios Santo\",
preludio de un fulgor,
donde se encuentra su cálido cobijo...
Un compromiso a futuro,
desde mi corazón inquieto y renovado,
y con Jesús dispuesto,
a transitar por mi difícil camino...
Tiene el perdón a mano,
porque fui débil en la fe, y estuve perdido,
pero estoy decidido,
a compartir con Él mi destino...
Viviré siempre confiado,
porque ahora le veo a Cristo, y a Él me acojo,
de corazón y sentimiento,
con un gran gozo interior y regocijo...