Para los que son buenos segundos,
Para las apuestas perdedoras de sus casas,
Para los que han tenido padres castrantes y autoritarios,
Para los que huyen y evitan las polémicas.
Para los que la gente siempre se sorprende de sus éxitos,
Para los que hacen actos completos y altruistas,
Para los que se conocen por sus bellas obras,
Para los que se enamoran y mueren por toda la vida.
Para mi abuela, una enamorada ciega y perdedora,
Para mis amigos discapacitados físicos,
Para los que sufren de cualquier tipo de acoso,
Para los últimos y menos vistos de la empresa.
Para mis amigos, que me leen a veces con excesiva paciencia,
Mis temas a veces sencillos, y repetitivos,
Para mi propia mente excesivamente numérica,
Para los que les gusta de amor alguna historia.
Para los inseguros, los que se sienten consigo mismos extraños,
Para explayar de mí mente ideas sin colores,
Para infundir, demostrar y practicar positivismos,
Para todos ellos, yo incansablemente escribo.