En el albor de mi vida sencilla,
amé al tocón que con dolor murió,
lloré por la gaviota que sufrió
la pérdida febril de su avecilla.
En el albor de mi vida tranquila,
amé al sopor de dulces melodías,
lloré por las mieles de añejos días
y por las ansias que al ser aniquila.
En el albor de mi vida esquiva,
amé al señor que me dio el simiente,
lloré todo el dolor que se siente
por esa noche que está perdida.
En el albor de mi vida altiva,
amé la soberbia con honor,
lloré por aceptar ese error
y mi esperanza quedó cautiva.
En el albor de mi vida platina,
amé muchos poemas en mí dolor,
lloré por aquel sereno amor
que iluminó mi camino y mi vida.
En el albor de mi vida que es trina,
amé pero el tiempo dicta la edad,
lloré por mí ser que clama piedad
y por el espíritu que conmina.
Y al final de mi vida que termina,
amé mi entorno como amé a mi hermano,
lloré por el sino que es tan ufano
y del destino real que nos domina.
Andrés Romo
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Albor: Comienzo o principio de algo.
Tocón: Parte del tronco de un árbol que queda unida a la raíz cuando lo cortan por el pie.
Febril: Ardoroso, desasosegado, inquieto.
Sopor: Adormecimiento, somnolencia.
Esquiva: Desdeñosa, áspera, huraña.
Simiente: 1. f. semilla f. semen.
Platina: poet. tercera edad.
Trina: Que consta de tres elementos o unidades.
Conmina: Apremiar con potestad a alguien para que obedezca.
Sino: 1. m. En la tradición clásica, fuerza desconocida que obra irresistiblemente sobre los dioses, los hombres y los sucesos.
Ufano: Arrogante, presuntuoso, engreído.
Fuente: RAE (REAL ACADEMIA ESPAÑOLA)