Kinmaya

Buscador de sueños

 

\"Subyace latente una duda plagada de incertidumbre, encerrada en un cuerpo de limites evidentes. Él, creyó descubrir un universo donde ríos de estrellas que surcaban el infinito, pero eran sus venas conectando su inmenso mundo interior con el todo.\"

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Aquel hombre tenía una extraña edad, la edad de un sueño, un sueño que desconocía por completo, y que no lo dejaba crecer. Solo podía mirar al cielo, y solía perderse en alguna noche cualquiera, tan invisible, como una mirada en la oscuridad.

Intrépidos sus pensamientos transitaban sin dirección, se distorsionaban en la realidad y siempre se terminaban desvaneciendo. Pero esto no impedía que volviera a soñar, buscaba solo la magia de un sueño, la magia de mirar donde es tan difícil de ver, y no pedía más nada.

Un fuerte sentimiento trasvasaba su cráneo, y unas gotas de luz se escondían entre los muros oscuros de sus miedos, su corazón latía fuerte con una sola palabra imaginada, nada real lo ilusionaba por mucho tiempo.

No sabía muy bien quien era, pero no le importaba en lo más mínimo, los espejos ingresaban por sus ojos y sin rumbo izaba las velas de su alma, trotamundos de sueños se alejaba del mundo, buscando en la eternidad su propio sueño, y quizás por qué no, un lugar para ser solo él mismo.

Aquel hombre olvido muchas cosas de la vida que eran olvidables, ni siquiera distingue entre un recuerdo y la realidad, entre el pasado y el futuro, pero lo que nunca olvido, fue al niño soñador, incluso anoche lo vio correr detrás de algún sueño por la noche de su alma, jugando alegre, sin importar si alguna vez en su corta vida lo podrá alcanzarlos. Solo corría y disfrutaba.

Aquel hombre, solo era feliz en el camino de los sueños, como si fueran ríos de estrellas llevándolo a un infinito mundo interior.

Ahí, donde nadie puede perderse nunca jamás.