Vilki

JUAN EL SOLITARIO

La noche y el día fueron sus amigos,

su casa la plaza de Santa Juliana,

cuna de pájaros que ensayan su trino

 anunciando el alba de cada mañana.

Juan el solitario así despertaba,

e inmediatamente su ropa ordenaba.

Arrugas del tiempo su cara refleja,

sabe Dios el surco de cada tristeza.

Todos los vecinos a Juan lo querían.

bromeaba con historia de aviones

Y barcos, les leía la bíblia y…. mil cosas más,

atento a los niños, de risas traviesas,

que a jugar al futbol siempre lo invitaban

y con su gambeta a todos deleitaba.

Cuando por las noches muy solo quedaba

Le contaba al viento sus penas pasadas,

Se costó al sereno comenzó a soñar,

perdido en estrellas se dejó llevar.

se quedó dormido, soñando quizás

 recuerdos añejos de felicidad.

Se fue con la luna, su amiga más fiel,

a contarle recuerdos de aromas de miel.

Juan recorre el cielo con su gorra gris,

 y aquella sonrisa que dejo al partir.

Bromea con Dios, le cuenta historias de aviones

Y barcos, le lee la biblia y….. mil cosas más.

 

Escrito por Horacio Vilchez